Belén Torres Vela

 Belén Torres Vela se protege del frío de enero en una mesa camilla, apelando a sus orígenes de pueblo y al recuerdo de los braseros de cisco de su infancia en Pozo Alcón (Jaén). Le acompaña su gato y una cantidad infinita de libros. En 2003 decide establecer su residencia en Tomares, buscando un pueblo que no hubiera perdido su identidad, para criar y educar a su hija.

Abandonó su pueblo de la Sierra de Cazorla con dieciocho años para estudiar Ciencias de la Información en Madrid y sus primeros pasos en la profesión fueron en la prensa escrita (Granada 2000, Diario de Jaén, Diario Claro y El Independiente de Madrid). Nunca pensó que terminaría en televisión. Inició su andadura en Canal Sur en 1991 en el programa “Los reporteros”, aunque considera que su vida profesional está ligada a “Solidarios”, donde ha ejercido como editora durante 22 años. 

Con este programa, de contenido social y no político, intentó dar voz a 100.000 andaluces y andaluzas que en aquel momento se dedicaban a labores de voluntariado y crear un espacio propio para las personas con discapacidad, inmigrantes y colectivos desfavorecidos de la sociedad andaluza desde una perspectiva integradora y feminista. La primera emisión del programa se produjo el 1 de noviembre de 1998, coincidiendo con el huracán Mitch dentro de  Canal 2 Andalucía, un canal alternativo y cultural que pretendía dirigirse a un público comprometido y alternativo. 

Considera que con “Solidarios” ha conseguido todo lo que desea cualquier periodista: desde el Premio Andalucía de Periodismo o Premio Meridiana hasta el Premio Yasir Arafat, del que se siente especialmente orgullosa, ya que tuvo la oportunidad de ir a recogerlo a Belén, en Palestina y visitar gracias al programa a veintidós países, una experiencia que le ha marcado indeleblemente. 

Nos cuenta Belén que “la pobreza ha existido siempre, pero ha ido cambiando el rostro”. Por ejemplo, hace veinte años, un reportaje sobre personas sin hogar tenía un rostro distinto al de ahora. Otros temas como la violencia de género, la sororidad o las diferencias sociales también han cambiado a lo largo de estas dos décadas.  

Desde hace quince años Belén Torres forma parte del Consejo Andaluz de Discapacidad. Considera que es uno de los colectivos que más agradece la visibilidad alcanzada y a la que el  programa “Solidarios” contribuyó. El movimiento de asociaciones de personas con discapacidad ha conseguido muchos avances en muy poco tiempo y algunos son muy significativos en cuestiones como la accesibilidad o la problemática de las mujeres con discapacidad.

Hace tres meses, dejó el programa “Solidarios” para dedicarse de lleno a la delegación de igualdad de RTVA que dirige desde hace un año. Creada a partir de la ley de Igualdad, esta delegación persigue una empresa más integradora, en la que tanto las mujeres como los hombres tengan iguales derechos y que la igualdad de género sea un referente que marque toda la programación de la radio, la televisión y los medios interactivos. En estos momentos, se encuentran realizando un diagnóstico, que se publicará próximamente, a partir de los datos de 2018. 

De este diagnóstico se deduce que Canal Sur, es un reflejo de la sociedad desigual en la que vivimos. Existen áreas muy masculinizadas, como cámaras, técnicos de sonido, iluminación o realización. Esto se debe al hecho de que, en 1989, cuando se crea la RTVA, la mayoría de los estudiantes de Comunicación Audiovisual eran hombres. La redacción y la administración, sin embargo, se encuentran feminizadas. A nivel de cuadros directivos, en cargos medios está equilibrada la participación de mujeres y hombres, pero en las altas esferas, a nivel financiero, el porcentaje es del 60% de hombres frente a 40 % de mujeres.

Si atendemos al concepto de brecha salarial, se puede pensar que en RTVA no existe dicha brecha al ser una empresa pública. Pero sí existen diferencias en el tema de los pluses, de las horas extras y en el tema de la conciliación. Los hombres eligen trabajar en festivos, que se pagan mejor, porque las mujeres dedican ese tiempo al cuidado o las tareas del hogar. En cuanto a las reducciones de jornada, cuando las parejas tienen un salario igual o parecido, son las mujeres las que las eligen. Para ello es preciso generar medidas correctoras, que pasan por las contrataciones. 

En este momento, se está elaborando en RTVA una guía de conciliación. Como la media de edad de trabajadores y trabajadoras ronda los 54 años, es necesario generar medidas de conciliación para el cuidado de mayores y dependientes. También resulta muy curioso analizar las bajas con perspectiva de género, porque se constata que las mujeres tienen menos bajas por enfermedad que los hombres. 

Belén, como amante de la lengua, se siente preocupada por la utilización de un lenguaje inclusivo, sin que se utilicen @ o excesivas repeticiones, puesto que el castellano suficientes posee vocablos para no tener que usarlos. El lenguaje visual, la imagen que se transmite a través de las pantallas, también es un elemento sobre el que reflexionar. Considera también que es necesario crear un lenguaje visual totalmente distinto, atendiendo a aspectos como la diferencia en la vestimenta de hombres y mujeres en la televisión,  la presencia femenina en ruedas de prensa, tertulias y debates, así como la edad o la talla de las mujeres que aparecen en los medios. “Está demostrado que el audiovisual tiene la suficiente fuerza para cambiar las estructuras mentales”.

Nos sorprende la noche en casa de Belén, con la que podríamos hablar horas y horas sobre la visibilidad de las mujeres, el lenguaje audiovisual, migración, discapacidad y literatura, arrulladas por su gato, acompañadas de los libros y las plantas que alberga en este trocito de Tomares, donde decidió residir con su hija tomareña.