Trini Reina: poeta y guerrera

 Trinidad Reina Ramos, poeta y guerrera, nació dos veces.

La primera vez que nació fue el doce de mayo de 1959, en plena primavera. Pocos recuerdos contamos de su infancia, que imaginamos feliz. No hubo ninguna señal que hiciera sospechar su carácter extraordinario. Relataba ella la decepción que supuso desvelar la magia de los Reyes Magos, aunque este triste descubrimiento no le impidió celebrar con ilusión esta efeméride, llegando incluso a ser pregonera de los Reyes Magos. 




 

Siendo aún una niña, con tan solo doce años, comenzó su noviazgo con el que más tarde se convirtió en su marido. Abandonó la escuela y comenzó a trabajar en la antigua Rumasa y en Friomar.

Se casó muy joven, con veinte años, y dio a luz a su primera hija con veintiuno, algo que en aquella época se consideraba lo normal para las mujeres. Cinco años más tarde nació su segundo hijo.

A pesar de haber abandonado los estudios de forma prematura, siempre tuvo inquietudes por aprender y se convirtió en autodidacta. En su casa había una enciclopedia, que ella había adquirido, y se leyó todos los tomos, de la A hasta la Z. La enciclopedia no era un libro de consulta, sino un libro de estudio. Era una lectora voraz y constante de cuanto caía en sus manos, aunque su género preferido era la novela policiaca. Siempre empezaba los libros por el final y si no le satisfacía, ya no lo leía.

 

El segundo nacimiento de Trini ocurrió el día que escribió su primer verso. Nadie a su alrededor, ni siquiera ella misma, habría podido imaginar tal descubrimiento creativo. Este segundo nacimiento no estuvo exento de dolor, ya que ocurrió después de que le diagnosticaran cáncer de mama. Una vez que eclosionó su pasión lírica, asistió a cursos de escritura creativa y se integró en el grupo Alborada.

Publicó un libro de poemas titulado “Azules atardeceres de la memoria”, ilustrado por Isabel Navarro y registró varios poemarios. Participó en numerosos recitales: en Trigueros(Huelva), un certamen en Córdoba, el I Encuentro de poetas andaluces de ahora (2011). En 2008 acudió a Lleidacon ocasión del Vers-Arte: I Encuentro Nacional de Arte y Poesía. Este viaje se convirtió en toda una aventura, pues viajaba sola por primera vez en su vida.

 

En Sevilla y provincia, participó en recitales con el Grupo Alborada y o sola, en el Ateneo de Mairena, en el Círculo Mercantil, en los ciclos culturales que organizaba la Peña Cultural Sevillista de Tomares, cuyo certamen llevaba su propio nombre. Recitó también en la Feria del Libro de Tomares, en la Iglesia de Nuestra Señora de Belén en una Exaltación de los Reyes Magos, en la Biblioteca Municipal en un Encuentro de poetas del Aljarafe… 


 

Había sido diagnosticada de cáncer de mama en 2002 y tres años más tarde se produjo metástasis ósea en una vértebra. Desde entonces, padeció la enfermedad, hasta su fallecimiento diecisiete años después. Trini ironizaba con que tenía muy buena genética, que hacía posible que resistiera. 

Pero el cáncer no consiguió detener su pasión por la vida. No solo se volcó en la literatura, también aprendió a navegar por Internet, puso en marcha blogs de poesía y se relacionaba con poetas de todo el país, realizando encuentros y viajes. Sufría dolores constantemente, pero apenas se quejaba. Cuando le preguntaban cómo estaba, ella siempre contestaba: “¡viva!”. 


Aficionada a la fotografía, aprovechaba cuando salía en solitario a pasear, cuando iba camino del hospital o cuando salía de viaje para capturar imágenes. Su hija cuenta que cuando paseaba con ella, la veía pararse cada instante para hacer fotos de flores, de patios, de todo lo bello que se cruzaba en su camino. Usaba sus fotos para publicar en redes sociales o para acompañar sus textos. 


El nacimiento de su nieta Graciela fue una de sus mayores alegrías. Para ella escribió poemas y escribió un cuento e hizo que lo recopilaran en un álbum ilustrado con fotografías.

Encontró mucho apoyo en sus compañeras “Las guerreras”, un grupo de mujeres tomareñas también diagnosticadas de cáncer, con las que organizaba excursiones y salidas, compartía risas y travesuras. No se perdía una celebración con sus amigas de toda la vida y disfrutaba recordando un viaje a Galicia con su hermana María Jesús y su madre.

 

Trini Reina era, ante todo, una mujer vitalista, tierna y luchadora, que nos transmitió la capacidad para afrontar los reveses de la vida. Aunque parezca sorprendente, ella comentaba que tras su enfermedad vivió los años más felices de su vida. Cambió su forma de ver las cosas. Los problemas cotidianos o preocupaciones absurdas pasaron a ser considerados nimiedades. Se centró en sobrevivir y lo hizo lo mejor que supo, sonriéndole a la vida, descubriendo un don hasta ahora dormido, la poesía; aprendiendo a manejarse con los blogs y con las redes sociales. Vivía el día a día y siempre llevó por bandera la frase: “La vida se mide por amaneceres”. 

 

En Cazalla de la Sierra hay una fuente que tiene una placa de azulejos con el nombre de la fuente (Fuente del Judío Bajo) y unos versos suyos que rezan así: “Anhelaba la fuente, cautivar al agua. Sus caños, cascabeles, tarareando nanas...”

 

Anhelamos que el recuerdo de Trini Reina perviva para siempre por las calles y los jardines de su pueblo.

 

 

 

Comentarios

  1. Valiente, vitalista, sensible...Y muchos más adjetivos que podríamos aplicarle a ella...En este comienzo de primavera, un bonito recuerdo de ella que esperemos que se recoja nombrando una calle en su memoria

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  2. Lo siento; no sé que decir. Me ha pillado por sorpresa la muerte de Trini.
    Dejé mi blog ya hace unos años y también dejé de seguir los blogs de amigos entre los que se encontraba ella.
    La conocí personalmente en Lleida; en ese encuentro poético de Vers-arte y me pareció una mujer encantadora, radiante de luz y poeta de los pies a la cabeza. Y, sin embargo, ya padecía ese maldito cáncer que se la llevaba años después. Y yo sin saberlo.
    Los dos nos comentábamos mutuamente y yo disfrutaba de su poesía que rezumaba sensibilidad; tal vez cierta tristeza contenida y a la vez mucha esperanza y vitalidad.
    Hoy, conmocionado por la noticia inesperada de su muerte, me quedan sus versos recogidos em AZULES ATARDECERES DE LA MEMORIA, libro que me envió y me dedicó con toda la sinceridad que emanaba desde sus letras.
    Por cierto, yo soy Mos y mi blog (que ya no existe), era MOS EN LA ORILLA.
    Descansa en paz, amiga.

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