Sevilla en femenino
La Asociación Cultural Feministas de Tomares, ha realizado una ruta guiada por Rafa Chinchilla, con la temática Sevilla en Femenino, quien nos contó historias, unas alegres otras no tanto, de mujeres variadas: nobles, pobres, libres, esclavas, valientes, trabajadoras cuando la mujer no trabajaba…
Nuestro punto de encuentro, Paseo de Catalina de Ribera, continuación de los Jardines de Murillo, y primera mujer recordada, noble andaluza, de la casa de Ribera. Fundó el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla, que actualmente alberga la sede del Parlamento de Andalucía y también se le debe la construcción de la Casa de Pilatos y una amplia reforma del Palacio de las Dueñas, considerados las dos principales residencias nobiliarias de la ciudad.
En la segunda parada, antigua Real Fábrica de Tabacos, actualmente Rectorado de Sevilla, recordamos a las cigarreras.
Inicialmente trabajaban hombres el tabaco en polvo.
Cuando se produjo el incremento con el descubrimiento de América de la demanda de puros y cigarros liados, las mujeres comenzaron a ser contratadas.
Al estar juntas tantas mujeres allí dentro se empoderaban. Despertaban la curiosidad de los hombres y fueron visitadas por viajeros románticos europeos, escoltados por alguaciles, que fueron objeto de sus burlas.
Estas mujeres protagonizaron huelgas por la introducción de máquinas para el liado de cigarrillos de papel que amenazaba sus puestos de trabajo. Consiguieron la concesión de media hora para la lactancia de sus hijos que atendían simultáneamente en las mismas instalaciones. En este sentido se hicieron tan fuertes que se daba por hecho que ninguna huelga prosperaba si las cigarreras no acudían.
Las cigarreras nunca estuvieron de acuerdo con la versión y la imagen que de ellas se dio en la ópera Carmen de Merimée, de ahí la letra de la canción: "Yo soy la Carmen de España y no la de Merimée".
A continuación, en la siguiente parada nos contó la romántica historia de Al- Mutamid y Rumaikiyya.
Al-Mutamid, denominado el rey poeta, es uno de los reyes más fam
osos de Sevilla. Reinó de 1069 a 1091, un periodo de florecimiento de la cultura en el reino de Sevilla. Cuenta la tradición que el monarca paseaba una tarde con su amigo y poeta Ibn Ammar cuando empezó a improvisar un verso:
osos de Sevilla. Reinó de 1069 a 1091, un periodo de florecimiento de la cultura en el reino de Sevilla. Cuenta la tradición que el monarca paseaba una tarde con su amigo y poeta Ibn Ammar cuando empezó a improvisar un verso:
La brisa convierte al río
En una cota de malla…
Le rogó a su amigo que continuase, pero de pronto sonó la voz de una mujer diciendo:
Mejor cota no se halla
Como la congele el frío.
Al-Mutamid se volvió y se encontró con una bella muchacha llamada Itimad, a la que le decían la Rumaikiyya por ser esclava de una tal Rumiac, de profesión muletero. El rey se enamoró perdidamente de ella y fue a comprársela a su dueño quien tratándose del rey se la regaló, y se casaron.
La reina echaba de menos amasar barro con los pies, como solía hacer en su época de esclava, así que Al-Mutamid mandó cubrir el suelo de uno de los patios del Alcázar con agua de rosas, azúcar, canela, jengibre y perfumes de todas clases para que su esposa pudiera hundir los pies en aquel barro aromático.
Esta reina luchó para que las mujeres dejaran de llevar velo, pero con la llegada de los almorávides de convicciones más estrictas perdieron la guerra y derechos como este se anularon.
Los reyes fueron expulsados y acabaron sus días en el destierro en Marruecos donde la reina murió en la pobreza.
En nuestra próxima parada, junto al Archivo de Indias, se hace visible la participación de la mujer en el descubrimiento de América.
Aquí nos cuenta la historia de Catalina de Erauso, guipuzcoana de familia muy religiosa a la que internaron en un convento a los 4 años del que se fugó, def
initivamente, a los 15.
initivamente, a los 15.
Su sueño era viajar al Nuevo Mundo.
Para ello se disfrazó de hombre, llegando a ser un gran y reconocido guerrero. Consiguió el rango de alférez.
Era aficionada a los duelos y muy buena, saliendo victoriosa de ellos. También aficionada a los juegos y a las mujeres, actuaba como los hombres de su categoría de la época.
En una ocasión, siendo padrino de un duelo que tuvo que terminar, al pedir la última voluntad a su contrincante, éste le reclama que sea ella quien avise a su familia de su muerte. Al decirle su nombre se entera de que era su propio hermano, a quien no conocía por haber estado en el convento desde su infancia.
Siendo condenada a muerte, el rey, interesado en conocerla personalmente le concede que le perdonen la vida al conocer y comprobar la veracidad de su identidad y su historia, siéndole concedido por el Papa, además de una pensión de 80 ducados, el poder seguir vistiendo como un hombre (primera mujer en la historia) y usando sus galones.
Continuamos con una parada en la catedral, donde nuestro guía nos explicó algunos datos sobre Luisa Roldán, la Roldana, hija de Pedro Roldán, imaginero que cogió el testigo de Montañés, quien contaba en su taller con el trabajo de sus tres hijas e hijos, entre quienes destacaba de manera notable Luisa, la primera escultora española registrada, que contra la voluntad de su padre que no quería por su excelente trabajo y mano de obra barata, se emancipó casándose con 19 años con un aprendiz del taller.
Esta excelente artista fue dejando pistas a modo de papelitos con su nombre para que se conociera la autoría de sus obras, que dejaba dentro de las esculturas y que han sido hallados casualmente cuando se han llevado a cabo trabajos de restauración de las mismas.
El cabildo de la catedral de Sevilla había encargado la imagen de San Fernando a Pedro Roldán, conservada en la sacristía mayor, escultura que una vez vista por el cabildo catedralicio fue rechazada. Llevada al taller la arregló Luisa, aserrando la cabeza y las piernas y dándoles más movimiento, de esta manera fue admitida sin reparos, de ahí la polémica de su autoría.
Nuestra siguiente historia discurre en el Compás de la Mancebía.
Era el único espacio legal para ejercer la prostitución en Sevilla, con el fin de evitar la seducción de mujeres honradas, la homosexualidad, el incesto o el adulterio.
El asunto estaba muy regulado: solo era posible a partir de los 12 años; no ser de Sevilla y si lo era, ser huérfana y de fuera de la provincia; no ser de clase noble; no tener deudas, no ser virgen; pasar por el intento del clérigo de persuadirlas para que no ejercieran.
Solo tenía una puerta que se cerraba a las doce. Pero este horario y entrada se lo saltaban haciendo boquetes junto a la muralla por donde se colaban, por ejemplo, los marineros que atracaban en el puerto fuera de horario.
Según si eran izas y rabizas cobraban más o menos. Las primeras, cobraban menos, eran las de edad más avanzada, les faltaban dientes o tenían alguna tara.
Por situación, estaba pegado al convento de San Francisco uno de los más grandes e importantes de la época en Europa.
Tras la epidemia que hubo debido a la sífilis, las prostitutas eran expulsadas y estas continuaban ejerciendo fuera de las murallas.
Eran reconocidas porque llevaban unas mantillas amarillas que con el uso oscurecían siendo el origen de la expresión “Irse de picos pardos.”
En tiempo de cuaresma la iglesia favorecía la reconducción voluntaria de este tipo de vida con métodos nada convincentes, de donde surge el dicho: “Estar más callao que una puta en cuaresma.”
Existían en la época también, las mujeres enamoradas, como se conocían a mujeres de clase media que eran mantenidas por algún caballero. Tal fue el caso de la hermana de Cervantes.
Nuestra última parada se situó delante de la cruz de la Inquisición, lugar donde se llevó a cabo el último auto de fe con pena de muerte.
Lo que nos lleva a la historia de María Dolores López, condenada a muerte a los 12 años. Conocida como la beata Dolores, fue una religiosa española ciega, abusada por todos sus tutores clérigos, el último la denunció. Fue considerada hereje por la Inquisición, y la última persona en ser condenada a la hoguera en España. Al haberse «arrepentido» en las horas previas a su ejecución, fue ajusticiada a garrote vil antes de quemarla ya cadáver.
Nos recuerda cómo tras haber sido tradicionalmente las mujeres de la época las encargadas y poseedoras de conocimiento sobre reproducción, parto, métodos anticonceptivos, etc. que pasaban de madres a hijas, con la llegada de la universidades sólo abierta a los hombres pasando estos a encargarse de estos menesteres, las mujeres comienzan a ser competencia. Una solución para evitarlo fue el hecho de considerarlas brujas y ser perseguidas y castigadas incluso con la vida por ello.
Tras el resultado satisfactorio de esta visita, la Asociación prevé realizar otras más adelante.
Comentarios
Publicar un comentario